Es nuestro deseo ver un renacimiento y despertar masivo a gran escala en América.
Hemos estado pidiendo que otro movimiento histórico del Espíritu Santo recorra nuestra tierra y despierte a una generación al amor incondicional y a la entrega a Jesús.
Se trata de un despertar de Cristo, en el que el Espíritu de Dios utiliza la Palabra de Dios para volver a despertar ¡El pueblo de Dios vuelve al Hijo de Dios por todo lo que Él es!
Queremos entrar en el poder y el placer de estar obsesionados con la magnificencia de Jesús. Él es la personalidad dominante en esta época y en la venidera.
Anhelamos una Explosión evangélica...un tsunami de avivamiento se estrelle en las playas de nuestra nación para la difusión de su fama, para la extensión de su reinado, para el aumento de su ganancia y para el honor de su reclamo de lo que legítimamente le pertenece, ¡de costa a costa, de mar a mar!
"Porque la tierra se llenará del conocimiento de la gloria del Señor como las aguas cubren el mar" (Hab. 2,14).
En palabras de los moravos "Que el Cordero que fue inmolado reciba la debida recompensa por sus sufrimientos". No juremos lealtad a las "barras y estrellas", sino a las "cicatrices y galones" del digno Cordero.
Necesitamos desesperadamente un avivamiento en América. Muchas de nuestras iglesias no oran y están plagadas de orgullo. Muchos de nuestros hogares y matrimonios están rotos. Se dice que los creyentes sólo diezman el 2 por ciento de sus ingresos en una de las naciones más ricas del mundo.
El crecimiento general de la iglesia en América está estancado. Con más de 40.000 denominaciones en América, la iglesia y sus líderes están luchando por caminar en la unidad de Juan 17.
Nuestra nación está dividida política y socialmente. Como sabemos, sólo una iglesia unida puede sanar a una nación dividida.
Estados Unidos ha tenido una rica historia de envío de misioneros para llevar el Evangelio a naciones de todo el mundo. Dondequiera que viajo por el mundo escucho la gratitud de otras naciones por los misioneros estadounidenses. Sin embargo, hoy en día, creo que necesitamos que el Señor envíe misioneros a nuestra nación.
Creo que debemos humillarnos y pedir ayuda, intercesión, a las naciones.
Tras escuchar a muchos líderes mundiales, hemos decidido convocar 7 Días de Oración que culminarán en un Día Mundial de Oración por América el domingo 22 de septiembre, con una reunión en línea que tendrá lugar de 7:00 a 10:00 (EST).
Nos acompañarán líderes clave de todos los continentes del mundo, que nos guiarán en la oración y el culto.
Por favor, únase a nosotros en línea en la medida de lo posible, y considere la posibilidad de organizar una fiesta de oración de vigilancia en nombre de su ciudad o su nación.
Inscríbase para recibir actualizaciones y verlo en www.gdop-america.org
Una pregunta clave que debemos hacernos es la siguiente: "¿Qué haría falta para que se iniciara y mantuviera un auténtico movimiento de Dios en las ciudades de Estados Unidos?
No basta con ver un avivamiento, ¡queremos ver un avivamiento transformador en familias, comunidades y ciudades de toda nuestra nación antes del regreso de Cristo!
George Otis Jr. describe así una comunidad transformada...
Samuel Davies nos recordó, desde su posición ventajosa en el Segundo Gran Despertar, que "hay épocas en las que sólo un gran derramamiento del Espíritu puede producir una reforma general pública". Fue testigo directo de cómo el avivamiento y el despertar provocaron un cambio cultural que ninguna otra cosa podía lograr. El pastor de la iglesia presbiteriana de St. John's-Wood declaró tras el avivamiento galés, en el que 100.000 personas vinieron a Cristo en nueve meses (1904-1905) que "el poderoso soplo invisible del Espíritu estaba haciendo en un mes más de lo que siglos de legislación podrían lograr."
Como nos recuerda George Otis, "el proceso de transformación del avivamiento en las naciones se desencadena cuando nuestro apetito por la presencia de Dios supera todas las demás hambres". Esta hambre se enciende y se aviva a través del Evangelio de la gloriosa Gracia de Dios.
Como escribió Leonard Ravenhill,
"La única razón por la que no tenemos avivamiento es porque estamos dispuestos a vivir sin él".
Fue famoso por desenmascarar nuestras vidas guiadas por ídolos cuando afirmó,
"¿Vale la pena que Cristo muera por las cosas por las que vives?".
El verdadero avivamiento experimentado por muchos a lo largo de la historia de la humanidad siempre ha ido acompañado de una extraordinaria convicción de pecado, temor de Dios y de su juicio, revelación del amor y la misericordia de Dios, confesión, profundo arrepentimiento y gente preguntando, como el día de Pentecostés: "¿Qué debo hacer para salvarme?" (Hechos 2).
Dios se siente especialmente atraído por un ambiente de humildad, quebrantamiento, hambre espiritual desesperada, arrepentimiento, obediencia impulsada por la gracia y oración unida y urgente. Duncan Campbell, el gran predicador durante el avivamiento de las Hébridas de 1949-52 resumió bien el avivamiento cuando escribió,
"¡Revivamiento es cuando los hombres en las calles temen hablar palabras impías por miedo a que caiga el juicio de Dios! ¡Cuando los pecadores, conscientes del fuego de la presencia de Dios, tiemblan en las calles y claman por misericordia! ¡Cuando (sin publicidad humana) el Espíritu Santo recorra ciudades y regiones con poder sobrenatural y mantenga a la gente en las garras de una convicción aterradora! Cuando cada tienda se convierta en un púlpito, cada corazón en un altar, cada hogar en un santuario, ¡y la gente camine cuidadosamente delante de Dios! Esto, mis amados, es verdaderamente un AVIVAMIENTO DEL CIELO". - Duncan Campell
El avivamiento está centrado en Jesús. ¡Está impulsado por el Evangelio! (Hechos 19:10, 17). El avivamiento desafía el status quo y cambia la atmósfera espiritual hasta que una comunidad está "saturada de Dios".
Ni que decir tiene que la oración es la incubadora y el horno del avivamiento. Como escribió AT Pierson,
"Nunca ha habido un despertar espiritual en ningún país o localidad que no comenzara en la oración unida".
El avivamiento va precedido de una oración extraordinaria. Como Matthew Henry señaló,
"Cuando Dios se propone una gran misericordia para su pueblo, lo primero que hace es ponerlo a rezar".
Una vez le preguntaron a Edwin Orr, uno de los grandes estudiosos del renacimiento,
"¿La oración hace posible el avivamiento? Él respondió: 'No... pero lo hace posible'".
Como escribió A.W. Tozer en un artículo titulado "No hay límite para el avivamiento".
"No hay límite a lo que Dios podría hacer en nuestro mundo si nos atreviéramos a rendirnos ante Él con un compromiso que dijera: 'Oh Dios, por la presente me entrego a ti, entrego a mi familia, entrego mi negocio, entrego todo lo que poseo. Tómalo todo, Señor, y tómame a Mí. Me entrego en tal medida que si es necesario que lo pierda todo por ti, déjame perderlo. No preguntaré cuál es el precio. Sólo pediré que pueda ser todo lo que debo ser como seguidor y discípulo del Señor Jesucristo".
Que la iglesia en América lleve nuestras mentes y corazones ante la hoguera del Hijo de Dios que todo lo consume, el Señor Jesús, pidiendo una mayor revelación de Quién es Él, hacia dónde se dirige, qué está haciendo y cómo es bendecido. Pidamos una gloriosa Explosión evangélica ¡que estalle en esta nación por su renombre!
Gracias por ayudarnos a difundir el mensaje sobre este importante encuentro.
¡Gloria al Cordero!
Dr Jason Hubbard - Director
Conexión Internacional de Oración
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